El Barcelona, de la mano del astro argentino Lionel Messi, vivió un retorno a la Liga española plácido, sencillo, en Mallorca (0-4), al que derrotó sin paliativos al amparo de un partido que encarriló a los 65 segundos con un gol del chileno Arturo Vidal, lo que obliga al Real Madrid a no fallar mañana ante el Eibar en el Alfredo di Stéfano.
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El tanto del internacional chileno, una de las novedades en el once inicial de Quique Setién junto al defensa uruguayo Roland Araujo y al danés Martin Braithwaite, allanó el camino de la vuelta tras el parón de tres meses por la pandemia del coronavirus al cuadro barcelonista.
Un buen trabajo en la presión del holandés Frenkie de Jong para arrebatar el balón al japonés Take Kubo, un centro medido de Jordi Alba encontró la y la habitual potencia de Vidal en el área rival para ganar a la defensa rival por alto impulsaron al Barça en Son Moix.
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El gol tempranero dinamitó el planteamiento de Vicente Moreno. Salvo algunas intentonas por la derecha de Kubo, formado en La Masía y cedido por el Real Madrid en el conjunto balear, fue un monólogo azulgrana, al que la pausa de hidratación de la primera mitad le sentó mucho mejor que a los locales. Y lo volvió a aprovechar, esta vez con un remate a bote pronto de Braithwaite tras recibir del argentino Leo Messi.
37 minutos, 0-2 y el partido estaba sentenciado salvo reacción heróica del cuadro balear. No llegó. Setién aprovechó para ofrecer minutos al uruguayo Luis Suárez tras cinco meses tras ser operado. El internacional charrúa es el gran refuerzo azulgrana en su lucha por el título. Jordi Alba y Messi pusieron la guinda en el tramo final.
Ventaja
La victoria le permite asegurar el liderato, algo que logró por última vez a principios de año, por que luego lo perdió e incluso lo alternó con el Real Madrid. Ahora le aventaja en cinco puntos, lo que obliga a los de Zinedine Zidane a amarrar el partido ante el Eibar en el Di Stéfano, donde jugará por estar el estadio Santiago Bernabéu en plena reforma.